Qué caprichosa es la vida...Te pisa, te hunde, te pone la zancadilla, se recochinea, te apaga la luz y te deja a oscuras, te quita lo que tienes y no te lo devuelve, te pellizca el corazón con fuerza para que duela aún más, te funde tus aspiraciones como si fueran bombillas, te miente, te engaña, te da falsas esperanzas, te deja que te levantes un poco y cuando lo estás haciendo te pega un golpe seco en la nuca y te tira otra vez, te ahoga, te roba el oxígeno y cuando te vas a axfisiar te devuelve un poco el aire,pero sólo un poco porque en cuanto te recuperas otra vez te hace lo mismo, te abre los cajones que cierras y te esconde la llave para que no lo puedas volver a hacer, te maltrata, te putea...y derrepente cuando ya no te quedan esperanzas y apenas tienes ganas de seguir, cuando aceptas tu destino, cuando te resignas, cuando ya dejas de preguntarte ¿por qué a mí?, entonces te regala tus sueños de dos en dos. Te ofrece un mes inolvidable, te sube de nuevo a la superficie, te repara las heridas, te cuida y te enseña el lado bonito de las cosas, y entonces te das cuenta de lo importante que es no rendirse nunca y no dejar de luchar, te das cuenta de que todo a la larga tiene su recompensa, de que tras las nubes y la tormenta siempre sale el sol, y de que puede que no sea hoy, ni tal vez mañana, pero cuando pones fe en algo lo acabas consiguiendo.
Y sabes que esto quizás sólo sea un espejismo, que sólo son momentos buenos y que quedan muchas cosas por arreglar quizás más importantes, pero estos pequeños regalos son los que te devuelven la sonrisa y tienes la obligación de aprender a saborearlo, porque quién sabe cuando volverá a salir cara en tu moneda...
Y es que la vida no es más que una suma de momentos y tú sabrás si quieres pasarte todos lamentándote por lo malo o buscando ese resquicio de luz y viviendo cada instante, cada pequeña migaja de felicidad, porque la felicidad no es una tarta entera que puedes degustar, sino que son pequeños trocitos que tú mismo debes ir buscando, y puede que te toquen trescientos trozos amargos, pero si sólo piensas en eso no podrás deleitarte con ese tan pequeñito que era dulce y que dura poco,pero su recuerdo siempre estará ahí y será la luz que te guíe cuando la oscuridad vuelva, porque si de algo puedes estar seguro es de que volverá, y nunca podrás caminar iluminado por la luz del Sol más que milésimas de segundo y seguramente la mayor parte del tiempo vivas entre tinieblas,pero nunca debes olvidar aquellos momentos que te hicieron tan feliz porque sabes que aunque haya momentos en los que todo vaya mal en cualquier momento puede tocarte ese trocito de tarta que es dulce, y para ello nunca dejes de sonreir...siempre ilumina a tu alrededor, o ¿es que aún no sabes cuan poderoso puede llegar a ser el poder de una sonrisa?
Qué ironías...que puta es la vida...
pero coño qué feliz me siento hoy.
(((Le dedico esta entrada a tod@s aquell@s que me siguen, y a tod@s aquell@s que hacen que mi vida sea un poquito más dulce)))
Carta de despedida 2023
Hace 1 año