lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Feliz 2013!

Un nuevo año llega a su fin y un 31 de diciembre más me siento delante de mi teclado a hacer el balance de mi año. Quizás sea una costumbre estúpida pero me encanta este pequeño momento en el que con una música de las que inspiran de fondo dedico unos minutos a pensar en el año que se va.
Hoy le digo adiós a este 2012, a estos 366 días que se marchan, pero no puedo hacerlo sin más, porque siempre soy incapaz de decir adiós sin antes pensar en todo lo que he vivido durante ese tiempo.
2012 ha sido un año en el que creo que simplemente me he dedicado a vivir, a ser feliz y a creerme que quizás me lo merezco. Normalmente en estos balances me tocaba estar un buen rato pensando en encontrar algún momento bueno, porque reconozco que mi vida no era todo lo buena que debería, pero desde que en 2010 me despedí del año con una sensación enorme en la que pensaba que 2011 me cambiaría la vida todo ha sido muy diferente. 
Tuve que esperar algo más de 6 meses para que ese golpe de suerte apareciera pero mereció la pena y desde entonces sólo puedo sonreír y ser feliz.
Podría definir 2012 como el año de las esperas porque en él he realizado un par de viajes y después he vivido otros momentos increíbles, pero siempre conocía que llegarían esos momentos con mucha antelación y me tocaba esperar con ansias que llegaran, para que después de tanto tiempo pasaran fugazmente.

La primera espera fue hasta Abril. Desde Noviembre del año anterior esperaba que llegara aquel mágico Abril en el que realizaría un viaje  a Madrid con la mejor compañía posible. Tres días enteros para nosotros, un musical, un recorrido rápido pero a fondo por esa preciosa ciudad, un reencuentro con alguien a quién tenía muchas ganas de ver y un sueño cumplido en el que pude visitar el plató del programa que más me ha entretenido en los últimos tiempos y conocer cómo funciona la tele por dentro. Tres días mágicos e inolvidables que pasaron demasiado rápido pero que siempre llevaré conmigo en mi memoria.
La segunda espera fue un poco más corta, hasta Julio. Y de nuevo el objetivo era unos días contigo, pero esta vez 6. Casi una semana conviviendo y siendo feliz. Destino: Valencia. Seis días increíbles con millones de anécdotas que ya se podían haber pasado como esos 5 minutos valencianos que seguramente sólo tú entiendas, pero que parecieron un abrir y cerrar de ojos. Centros comerciales, piscina, playa, una visita al Nilo en el Hemisféric, risas descubriendo la ciencia en el museo de las ciencias, y una inmersión en el mundo de los animales marinos en el que por fin pude ver de cerca a mis adorados delfines.
La siguiente espera tuvo que ver con la mejor amiga del mundo y con Agosto. Poder compartir 3 días con ella, enseñarle el pueblo, risas, sing star, buzz, pizza, series…demasiado corto pero inolvidable.
Y la última espera fue quizás más inesperada, un viaje a Salamanca en el que visitar a unos amigos y poder compartir de nuevo 3 días más juntos.
Obviamente este año también ha tenido sus momentos malos y también he pasado algún momento difícil pero sin duda ha sido un año increíble en el que he estado rodeada de los míos, en el que he sido feliz a tiempo completo, en el que he comenzado nuevos proyectos, y en el que lo único que pido ahora que se va, no es que 2013 sea mejor, sino que al menos sea igual que 2012, y que cuando dentro de un año vuelva a sentarme delante de este teclado, o de otro parecido, siga sintiendo esta sensación de felicidad, siga contando cada día del año por todos los momentos compartidos y siga teniendo esta sonrisa tan enorme en mi cara... (y algo me dice que así será)
¡Feliz 2013! Mucha felicidad, amistad, amor, salud, dinero y sobretodo mucho Nanananana to me!!!